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El desarrollo del transporte terrestre
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El desarrollo del transporte terrestre
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El desarrollo
del transporte ferroviario
Desde la aparición de los trenes, el transporte ferroviario ha experimentado grandes avances. Las primeras locomotoras estaban propulsadas con vapor, después se utilizó el diésel. Hoy en día, son principalmente las locomotoras eléctricas las que prevalecen, pero también hay nuevas tecnologías en uso. En cuanto al transporte de pasajeros intracontinental, los trenes se están volviendo a considerar auténticos rivales al transporte aéreo,
ya que son más eficientes energéticamente, más ecológicos, los procedimientos de embarque no son tan largos
y los trenes están empezando a acercarse a la velocidad de los aviones.
La locomotora más famosa del ingeniero británico George Stephenson (1791-1848) fue la Rocket. Gracias a su fiabilidad, ganó el concurso organizado por el Liverpool & Manchester Railway Company en 1829. Cuando la línea ferroviaria fue inaugurada en 1830, la locomotora Rocket se convirtió en el elemento fundamental del primer tren de pasajeros de gran éxito.
La primera locomotora que se propulsó mediante corriente alterna se puso en funcionamiento en 1898 a orillas del lago de Ginebra. La propulsión eléctrica la mejoró el ingeniero húngaro Kálmán Kandó (1869-1931), y gracias a él fue posible poner en funcionamiento locomotoras de alto rendimiento de un modo eficiente utilizando una corriente alterna monofásica de alto voltaje obtenida de la red eléctrica.
Fue diseñada por Robert Riddles para la compañía de Ferrocarriles Británicos. Fue uno de los últimos motores de vapor que se puso en funcionamiento, así que se utilizó la última tecnología de vapor para su construcción. Se construyeron 45 locomotoras de este tipo hasta 1955, pero para 1967 ya no quedaba ninguna en funcionamiento, a pesar de que su vida útil fuera de 40 años. La era de las locomotoras de vapor había llegado a su fin.
La locomotora diésel NOHAB (1963)
Para mediados de la década de 1960 las locomotoras de vapor de la mayoría de los países se vieron reemplazadas por locomotoras de diésel. Uno de los tipos más icónicos fue la locomotora fabricada por la compañía sueca NOHAB, que estaba propulsada por un motor de 1950 caballos. Miles de estas locomotoras viajaban sobre raíles por todo el mundo, y algunas siguen en uso incluso a día de hoy. Además de sus características tecnológicas, su forma redondeada la hizo popular entre los pasajeros. Se convirtió en un símbolo de la prosperidad económica de 1960; su fotografía aparecía incluso en los sellos de la época.
El tren eléctrica de alta velocidad – TGV (1980)
Los trenes de alta velocidad no requieren tan solo motores y vagones adecuados, sino también raíles especiales. El TGV, ya en su primer año de vida, podía alcanzar los 260 km/h en ciertos puntos de su trayecto. Hoy en día su velocidad de crucero puede llegar a los 320 km/h. Sin embargo, bajo condiciones especiales, el TGV ha batido el record mundial de velocidad de trenes sobre ruedas de acero y raíles convencionales con una velocidad superior a 570 km/h.
El Eurotúnel (1994)
La infraestructura que necesitan los trenes forman una parte fundamental del transporte ferroviario. El Eurotúnel, que une bajo el canal de La Mancha las costas de Inglaterra y Francia, fue seleccionado entre las siete maravillas del mundo moderno. Ostenta el récord
de contar con la sección submarina más larga, con una longitud
de 38 km. Está formado por tres galerías paralelas: dos túneles para
el transporte ferroviario y, entre ellos, un túnel de servicio.
El tren Shanghái Maglev (2004)
Los trenes Maglev no tienen ruedas, utilizan la levitación magnética para alcanzar altas velocidades. Uno de esos trenes conecta el centro de Shanghái con el Aeropuerto Internacional de Shanghái-Pudong, a una distancia de 30 km. Durante su viaje, el tren alcanza una velocidad de 500 km/h, es decir, casi alcanza la velocidad de los aviones. Por
ello, los trenes de tipo maglev pueden ser una buena alternativa
a los aviones, cuando se trata de viajes intracontinentales.
La locomotora Rocket (1829)
La locomotora eléctrica Kandó V40
La locomotora de vapor BR Standard Class 3 2-6-2T (1952)